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El día dos de agosto era del Barrio Yusique. La representante permanente de este barrio en las festividades era la señorita Roxana, muy religiosa y a la vez muy liberal para las cosas de las alegrías populares. De su casa situada una cuadra al oriente del puente de Yusique, es decir, al principio de la tercera avenida sur, salía la carroza cogiendo rumbo norte pasando por el costado poniente de la Alcaldía hasta llegar a la quinta calle poniente, a la altura de la casa de don Abelardo, luego doblaba hacia la derecha o sea, hacia el oriente sobre la quinta calle oriente hasta la altura de la casa de Cayetano, de donde doblaba hacia la derecha, rumbo sur sobre la cuarta avenida norte pasando por detrás de la Iglesia frente a la casa de la carpintería de Don Adán, hasta llegar a la esquina de la sexta calle oriente de don Agustín, de donde doblaba hacia la derecha sobre la calle mencionada y empalmar con la citada tercera avenida sur.
El día dos de agosto era del Barrio Yusique. La representante permanente de este barrio en las festividades era la señorita Roxana, muy religiosa y a la vez muy liberal para las cosas de las alegrías populares. De su casa situada una cuadra al oriente del puente de Yusique, es decir, al principio de la tercera avenida sur, salía la carroza cogiendo rumbo norte pasando por el costado poniente de la Alcaldía hasta llegar a la quinta calle poniente, a la altura de la casa de don Abelardo, luego doblaba hacia la derecha o sea, hacia el oriente sobre la quinta calle oriente hasta la altura de la casa de Cayetano, de donde doblaba hacia la derecha, rumbo sur sobre la cuarta avenida norte pasando por detrás de la Iglesia frente a la casa de la carpintería de Don Adán, hasta llegar a la esquina de la sexta calle oriente de don Agustín, de donde doblaba hacia la derecha sobre la calle mencionada y empalmar con la citada tercera avenida sur.
Este era el recorrido ordinario de todas las carrozas, exceptuando la del Calvario que recorría el trecho que va desde la casa de Don Jesús hasta el centro donde empalmaba con la tercera avenida, de donde doblaba a veces a la derecha o a veces a la izquierda, según el deseo de quien dirigía el cortejo.
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